El malware se hace pasar por una actualización de Adobe Flash Player, una de las aplicaciones más utilizadas para introducción de malware. Una vez ejecutada nos lleva a una pantalla en la que muestra un falso mensaje del Departamento de Justicia de Estados Unidos suplantando la identidad del FBI.
Tras la infección, la pantalla de inicio del dispositivo ofrece un mensaje falso del FBI diciendo a los usuarios que han infringido la ley al visitar sitios web pornográficos. Para hacer el mensaje más convincente, añaden capturas de pantalla del historial de navegación del usuario y afirman tener imágenes del rostro de las víctimas y conocer su ubicación. Si intentamos desbloquear el dispositivo el troyano lo detecta elevando a 1.500 dólares la cifra del rescate.
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